San Martín, la guerra y la música

RELATOS DE LA HISTORIA

SANTA ROSA13/08/2024Diario TresDiario Tres
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Desde hace siglos, los ejércitos utilizan la música como un modo de amedrentar al enemigo o insuflar valor a los propios. Pero a mi modo de ver, es necesario analizar los vínculos que existen entre la guerra, la música y la cultura.  Veamos un ejemplo para entrarle al tema.

A Manuel del Corazón de Jesús, meses antes de las batallas de Tucumán y Salta, lo invitaron a una reunión de gala en Catamarca, en la cual iba a ejecutarse un nuevo género musical con influencias del Minué. El objetivo era homenajear a los que lucharían por la libertad hasta vencer o morir. Belgrano aceptó la propuesta, pero impuso un requisito: que su compañera de baile fuese doña Elcira González de Olmos, perteneciente a una familia muy conocida en la provincia. No obstante, la pieza ya había sido previamente ensayada por el general y la señorita catamarqueña Josefina Cardozo. Por lo que se dice, la danza pasó a llamarse “La Condición”. Género que echó raíces tradicionales, a partir los triunfos patrios del ejercito del norte. Según el padre de la musicología Carlos Vega, Belgrano pudo ser protagonista del relato. 

Más o menos al mismo tiempo llegaba a Buenos Aires un tal José Francisco, con el grado de Teniente Coronel del ejército español, héroe de la Batalla de Bailén.  Sobre el tema “San Martín y el empleo de la música militar en el Río de la Plata (1812-1824)” el Dr. Diego Gonzalo Sejas, pronunció ante la Academia Sanmartiniana una conferencia y entre otras cosas destacó: …… “Hasta el arribo de San Martín no existían toques para la caballería rioplatense. Al decir de José María Paz: ‘no se seguía una táctica especial para esta arma’…… y asignó a la nueva unidad una plana mayor con trece trompetas para ordenar cambios de formación y velocidad a trompa tañida.  En diciembre de 1812, los gastos de la unidad registraron 4 boquillas para clarines: 6 $, compostura de 4 clarines: 7 $, gratificación al maestro de trompetas: 16 $ y 3 clarines comprados: 16 $”. 

Para el correntino la música no era un solo instrumento para hacer la guerra. José de San Martín, por caso, gustaba de la música nativa, y en sus ratos libres solía puntear con una guitarra criolla el tema La gota de agua, pieza que le fuera enseñada por el profesor catalán Fernando Sor en el año 1797, cuando el Libertador contaba 18 o 19 años de edad. Otro dato de la relación que tenía el general con nuestro folclore lo anota el investigador, escritor y difusor de la música argentina Lázaro Flury, al señalar que géneros como El Cuándo y La Sajuriana, originarios del país, se extendieron hacia Chile, “en las guitarras del ejército Libertador del General San Martín”.

Por estos días en que se lo recuerda y homenajea al Libertador, a modo de tesis me permito afirmar que la música es un camino cultural que conduce a la libertad. De hecho, Don José después de afirmar “seamos libres, que lo demás no importa nada”, siguió tocando la guitarra, renunció a las luchas fratricidas y abandonó la guerra para siempre.