ARTIGAS EN CALAMUCHITA. "Yo, José Gervasio Artigas, argentino de la Banda Oriental”.  Su testamento

RELATOS DE LA HISTORIA

SANTA ROSA 14/03/2024 Néstor Lucero
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por Néstor Lucero - CEL:  3546 536050-


Si la la orientalidad  es una definición de nacionalidad, me permito preguntar si  los habitantes de La Banda en Santiago o los que viven en la otra banda del Rio Cuarto,   dejan de ser por la denominación santiagueños o cordobeses o argentinos. A veces, contar la historia desde el pasado próximo al mas remoto da resultado, porque abre interrogantes sobre el presente.

Propongo entonces una vuelta por la región y el prócer y comprobar al menos la existencia de su sombra. ¿Somos nosotros igual que aquellos? A simple vista en nuestra localidad no hay una sola calle que lo recuerde. Borges dice que aquel tiempo arriesgado y azaroso ya no es el nuestro; algo, silenciosamente se ha roto. Sin embargo, en este proceso de sedimentación algo queda, algo trajo el viento, en algo contribuyeron las lluvias, la memoria colectiva y los símbolos. Despacito y por las piedras así lo imagino organizando ‘la redota’ del pueblo oriental, cuando cruzó por el salto chico el Rio de los pájaros o de la gallinas, para acampar en las costas de la provincia de Entre Ríos, todo para recomponerse y combatir a las fuerzas invasoras de portugueses y españoles.

De esa especie de hazaña, al igual que el éxodo jujeño, está escrita nuestra historia.  Es una zoncera importante discutir la nacionalidad de Artigas, como trenzarse en determinar la procedencia de la chamarrita.

Paseando por la región de tanto en tanto me encuentro con el ibirá pitá, debajo de uno de ellos mateaba el caudillo su exilio en el Paraguay acompañado por Encina. León Benarós lo nombra como de oro y de verdor ufano, cada vez que lo descubro lo nombro como lo hacen los orientales, "el árbol del prócer". De todas las estatuas de don José Gervasio, las que más me gustan son las de paisano de a pie. Al menos recuerdo dos de ellas, la primera en el Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba y la que está ubicada entre las avenidas del Libertador y Figueroa Alcorta y las calles Tagle y Austria de la Capital federal, así me gusta nombrarla en lugar de CABA.

Pues bien, tenemos la belleza y la sombra del árbol y su prócer.  Quien quiera saber lo encontrará con Güemes luchando contra los ingleses en las invasiones o con su adhesión a la  la revolución de mayo, nada nos separaba por entonces y aunque domine el silencio, nada se ha roto. Cierto es que lo trataron mal cuando quiso estar presente con su representación pueblo por pueblo en la Asamblea del año 13. De todos modos dejó su proyecto de Constitución Federal. De su lectura surge “Artículos de confederación y perpetua unión entre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Paraguay, Banda Oriental del Uruguay, Córdoba, Tucumán"…….. este es el verdadero antecedente vernáculo de nuestra Carta Magna Federal de 1853. Por entonces Alberdi, no iba ni a la escuela porque tenia tres años.

Volviendo a Artigas, algunos lo tildaron de salteador de caminos, otros dicen que fue contrabandista, justamente esa fue la actividad a la que se dedicó con fruición Buenos Aires por mucho tiempo se. Antes de abandonar el proyecto de la constitución nacional artiguista, destaco un aspecto desconocido de la propuesta.  Este proyecto estableció un curioso mecanismo rotativo de designación: se debía sortear un candidato entre todas las provincias. La provincia que salía beneficiada debía ser excluida del siguiente sorteo, para que de esta forma, todas pudieran nombrar al presidente de la república.

Cuando el preámbulo se refiere a la existencia de pactos preexistentes, la Academia remite al tratado de Pilar Tratado del Pilar del 23 de febrero de 1820, Tratado de Benegas del 24 de noviembre de 1820, Tratado del Cuadrilátero del 25 de enero de 1822, Pacto Federal del 4 de enero de 1831, Protocolo de Palermo del 6 de abril de 1852, Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos del 31 de mayo de 1852.

Excluyo en principio el pacto de San José de flores de 1859, por razón que tal vez tenga oportunidad de expresarme.  Pero antecediendo a estos hay a mi juicio otros dos pactos para poner en escena, el primero de ellos el 29 de junio de 1815 se reunieron en el llamado Congreso de Oriente en Arroyo de la China (actual ciudad de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos) con los representantes de las provincias que respondían al caudillo oriental. Allí concurrieron Misiones, gobernada  por Andresito el prócer guaraní de la Patria, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental. De hecho, en las conmemoraciones bicentenarias en el Río de la Plata tuvieron un nuevo capítulo en 2015. En Argentina, por decreto 28/2015 se declaró que 2015 fuera el Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres.

Conclusión, hubo en Córdoba ya un pacto y proyecto federal anterior a todo.  Ya se ve como la sombra del oriental y el árbol, campean por la región, la nuestra. Cuenta Roberto A. Ferrero, en su artículo, Las contradictorias relaciones entre Bustos y el artiguismo, que las primeras relaciones del cordobés con el oriental, fueron de natural enfrentamiento, dada su pertenencia al Ejército del Norte.  Bustos había comprendido después de los sucesos del año ’19 –como habían comprendido Paz, Heredia y otros- cuál era la verdadera naturaleza del Ejército del Norte y como el centralismo porteño los utilizaba para reprimir a sus propios comprovincianos. De manera tal, que, al hacérseles claro este carácter, ya no quisieron servir a los intereses porteños y se sublevaron en la Posta de Arequito en la noche del 8 al 9 de enero de 1820, lanzando Bustos una proclama explicativa. Artigas se había entendido perfectamente con el gobernador Juan B. Bustos en los escasos nueve meses que duró su relación política.

De tal modo que no sorprende que la constitución de Córdoba de 1821, siguiera el ideario artiguista.  Es mas, intuyo que hasta la organización municipal también sigue los mismos principios. Por entonces Alberdi tenía 11 años. Son muchos los detalles y los nombres de los traidores a la causa federal. A la huella de un siglo que otros borraron mintiendo los martirios del traicionado, dice Alfredo Zitarrosa y  también convoco a Fito.  En tiempos donde nadie escucha a nadie. En tiempos donde todos contra todos. En tiempos egoístas y mezquinos. En tiempos donde siempre estamos solos, habrá que declararse incompetente. En todas las materias del mercado habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado.

Para no cumplir con la sentencia, propongo en primer lugar oponernos a un pacto que no es un pacto, que mucho se parece en el mejor de los casos a un contrato de adhesión y en el peor a una extorción que vicia la voluntad del consentimiento, que por eso lo vuelve nulo. La Constitución no se reforma por atajos inconstitucionales, que privan de derechos adquiridos a los ciudadanos y no a los vecinos, o nos obligan a dejar de ser federales. Cierto es que también los pactos se reforman o se traicionan y en estos casos la disolución nacional está a la vuelta de la esquina. Concluyendo, tanto Artigas como Bustos merecen ser a mi Juicio, algo mas que una sombra, tal vez una calle, o una plaza  los recuerde.

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