En algún lugar de Ciudad Gótica

por Valdir Peyceré

La frase fue de Jorge Rial en  “Argenzuela”; el programa que conduce de lunes a viernes a la siesta. Programa que comenzó muy bien, siguió mas o menos y, en la actualidad; está bastante malito: ¡una pena! Pero el tiempo dado a casos de banalidad televisiva ligada a los chismes del mailstream es hartante. Uno de esos casos es el de Jey Mammon x Lucas Benvenuto. Ninguno de los dos personajes para mi “existían” previo a esta exagerada promoción dada al caso, que puede ser grave en relación a los abusos sexuales, pero que hubiera bastado con media hora del programa para informarnos de esos lamentables hechos. Después vino lo del terrible caso del colectivero asesinado y las agresiones sufridas por el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, para dejarlo, solo por un día, de lado.

Lo que sí me quedó fue la frase. La frase es la síntesis de un momento (“en algún lugar de ciudad Gótica”); ¿o de una época?, que estamos viviendo. Los casos ominosos de candidatos a presidente que se codean con partícipes necesarios de hechos delictivos; personajes que se regodean de hacer “justicia por mano propia” o con diferentes ejemplos, promoverla. También los reiterados candidatos obscurantistas que se ofrecen como opciones electorales para ser jefe de gobierno de la siempre favorecida por la derecha macrista, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todos estos candidatos de la derecha juntos (sumados al humillado Partido Radical con su bajada de cabeza ante el Pro y el macrismo); ¿no parecen personajes abyectos de un filme de Batman o Superman?.  Del lado de los villanos, se entiende. Como en el film Joker, cuesta encontrar entre tantos “malos” a los buenos. La otra noche vi por la cuarta vez algún pedazo del film “Joker” (“Guasón”) justamente. ¿Será que aunque lo que más me atornilla al sofá para verlo sea la maravillosa actuación de Joaquín Phoenix o la fotografía y el ritmo,  con la idea de esa sociedad enajenada y distópica, también haya alguna pizca de morbo?... y lo terrible es que ese morbo es justamente emparentar lo que se ve en la pantalla a lo que nos rodea en las grandes ciudades americanas. ¿Sao Paulo o Buenos Aires son tan diferentes de Gotham City?

Una ciudad que como en la cinematográfica, está todo viejo, sucio, deteriorado; los colores ocres, apagados, pastel; el ambiente oscuro, pesado, asfixiante, siempre envuelto en una neblina densa. ¿Un poco exagerado? Tal vez. Un poco pero no mucho. ¿Cuántos barrios paulistanos o porteños se emparentan con esta descripción?   La trillada frase de que “la realidad supera a la ficción” es, hoy más que nunca una verdad y dependiendo de los resultados de la próxima elección, puede transformarse en una cruel realidad… dejar de ser un mal sueño para convertirse en una pesadilla de la que ni Batman ni Superman vendrán por nosotros para salvarnos.