Diego Armando Maradona (1960 / 2020)

GRAN ANGULAR

SANTA ROSA 26/11/2020 Diario Tres Diario Tres
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por Valdir Peyceré

“No nos importa lo que hiciste con tu vida y sí lo que hiciste con la nuestra”  (frase popular)

“Maradona siempre incomodó a los dueños del poder y al sistema”
                                        Ángel Cappa  (ex jugador  y técnico de fútbol)

Escribir sobre Diego, escribir sobre “el Diego” en un momento como este de una pandemia que quiere estirarse aunque intentemos hacer todo lo posible por mitigarla y por inventarnos otros “escapes” no es fácil y no podía dejar de ser otro golpe. El fútbol está de luto pero también lo está la cultura argentina como un todo y el “campo popular”  en su conjunto.  Amor, odio… algunos rencores, algunas envidias  y mucha, muchísima simpatía;  sin duda Maradona despertó desde los cuatro puntos cardinales del planeta un sinfín de sensaciones. Admiración es, quien sabe, la palabra que sintetiza  un sentimiento hegemónico de sus hinchas (aquellos que vistieron sus colores)  y  sus adversarios. El admirable gol a los ingleses, “la mano de Dios”… el gol casi sin ángulo a Italia, el 4 a 0 a Grecia con su último gol en un mundial antes del “doping positivo”… todo eso y mucho más está instalado en nuestro consciente colectivo de hinchas de fútbol. un “chip”  colocado para siempre. Argentinos Juniors, Newell’s, Boca, Nápoli, Barcelona… después su carrera de técnico: de la selección, de un par de times de Arabia, en Rusia y en el Sinaloa de México entre otros, antes de la fiebre azul y blanca de Gimnasia y Esgrima de La Plata; club que estaba casi terminado y que el inmortal 10 “lo hizo jugar” y lo rescató de un lugar que por tradición y prestigio el “lobo” no merecía.

Sus desvíos y excesos de muchachito proveniente de la periferia más paupérrima del Gran Buenos Aires, ¿será que pueden ser juzgados?.  Juventud, fama y (mucho) dinero… ¿no le subirían a la cabeza a cualquiera? No lo voy a juzgar. Ya fue crucificado y “juzgado” demasiado por otros y principalmente por el establishment, pero, quién sabe no lo haya sido por el más duro juez que podemos tener: nosotros mismos. En el documental “Maradona”  por Kusturica el astro se confiesa y comenta; ¡“imaginate el jugador que hubiera sido si no hubiera consumido tanta cocaína”! . Además del tiempo valioso que perdió como padre al lado de sus hijas… Muchas veces Diego estuvo en el peor de los infiernos y lo vimos, una y otra vez, resurgir como un Ave – Fénix. Una de las más terribles fue aquella vez del mundial del 94 cuando le habían “cortado las piernas”! De los muchos Diegos con los cuales uno se quiere quedar, yo, sin duda (como creo todos los que lo admirábamos) elijo quedarme con sus dribles, con sus goles, con su épica ganadora, con su pasta de líder. Y quiero quedarme con su perfil político; con el Diego comprometido con la causa de los humildes, de los postergados, de los de abajo. Con las causas nobles. Con su coherencia. Siempre con un discurso que la derecha (como todas las derechas) trató de menoscabar. Diego estuvo del lado del campo popular, dándole voz a los que no la tienen. Estuvo en el glorioso “No al ALCA” . Estuvo en Mar del Plata con Néstor Kirchner, con Hugo Chávez y con miles de argentinos para ponerle un freno a las siempre codiciosas fauces del Imperio. Estuvo con Fidel diversas veces por momentos de desintoxicación en la isla de Cuba. También se grabó al Che en su brazo derecho. Estuvo denunciando los gobiernos neoliberales y su ansia por el negocio por encima del beneficio de las mayorías. Y demostrando esa misma coherencia, denunció los desmanejos en el fútbol, en la  AFA y en la FIFA.  La cultura le rindió homenajes de todo tipo. Los muros pintados con su rostro; en Buenos Aires y en todos los barrios, pueblos y ciudades de Argentina; en Italia (en la amada Nápoles) y en casi todas las camisetas número 10 del mundo, ¿cómo no olvidarse que alguna vez hubo un 10 de reyes?). También la música lo homenajeó de diversas formas: Manu Chao con “La vida es una tómbola”; los Ratones Paranoicos con “Para siempre Diego”; Los Piojos con “Maradó”… Las Pastillas del Abuelo, Andrés Calamaro, Los Cafres y hasta Charly García con “Maradona Blues”! La lista sigue. La lista de los cineastas que intentaron con más o menor suerte hacer un filme de o con su vida es igual de fecunda: el nombrado Kusturica (Serbia); “El día que Maradona conoció a Gardel” (Rodolfo Paglere); “Amando a Maradona” (Javier Vasquez) y “El camino de San Diego” (Carlos Sorín)… todas argentinas, solo por citar algunas.  Desde el Cielo, o desde otro plano, Maradona sigue metiendo su mano. No solo para hacer el gol a los ingleses, también para demostrar con un poco de malicia y habilidad, todo lo que hay que hacer, todo lo que falta para que seamos la sociedad plural y justa que nos merecemos. Para eso necesitamos una manito (o una zurda) como la de Diego,  para hacer un gol por arriba de las barreras. Para seguir haciendo goles que hagan temblar las bases del status-quo. Goles inolvidables.

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