Radiodifusión: Cien años de una pasión

GRAN ANGULAR

SANTA ROSA28/08/2020Diario TresDiario Tres
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POR VALDIR PEYCERÉvaldir cara

 

La manzana comprendida entre las calles Libertad, El Nogal, Córdoba y Entre Ríos, podría ser considerada la “Manzana de la Radio”. De hecho en ella se encuentran 4 emisoras de esta ciudad donde la pasión por este medio de comunicación es verificado por la gran cantidad de emisoras (siete) en una ciudad aun pequeña en el “interior  del interior” de una provincia también mediterránea como es Córdoba. La pasión por la música, los reportajes, las entrevistas y el periodismo en el lugar donde ocurren los hechos  llenan las mañanas, las tardes y noches de Santa Rosa de Calamuchita.   

Lo que se sabe de la radiodifusión en Argentina uno lo puede encontrar “googleando” como casi todo, pero no hay nada como ser protagonista. Aprender a usar los recursos técnicos y transformarlos en un vehículo de comunicación con el otro. Esa simbiosis locutor – oyente; ese “estar de un lado” de un micrófono y saber que ese otro/a te escucha del otro lado es algo maravilloso. Algo que llena de adrenalina y genera un vínculo de energía que solo el que hace radio lo puede entender plenamente; o no; quien sabe sea algo de gente sensible nomás. La radio es popular  también porque llega a todos lados y se escucha de todas las formas posibles: el dial de una radio (el aparato), desde un sitio en internet o una aplicación en tu celular.  Y es democrática, también, porque es gratis. Cada ciudadano opta por lo que prefiere sin ningún tipo de control o interés económico o político, como, de alguna forma no se puede decir lo mismo de la televisión. El 27 de agosto de 1920 se escuchaba la primera transmisión en Argentina desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires. También fue argentina la primera emisión de radio con un locutor; Enrique Telémaco Susini (1891/1972) lo que nos involucra con esta forma de comunicar desde los primordios de la radio.

En mi caso particular, tengo una cuota de gratitud con muchas personas del quehacer radiofónico en Santa Rosa; en especial con Cristian Alegre y Mario Solís de diferentes maneras.

Con Cristian comencé un mini ciclo de boletines semanales sobre cultura en la época en la radio “Play” en los idos del 2013 y comienzos del 14.  La simpatía, el buen humor y una impronta bien dinámica acompañaron esas columnas aun cuando su duración haya sido corta en el tiempo,  pero no en la buena relación que mantengo con este profesional de la radio (hoy al frente de la programación de la radio Unna) hasta la actualidad.

Casi al unísono retomé la idea con Mario Solís en la Flash FM y fuera la idea de divulgar la “agenda cultural del Valle de Calamuchita” también me daba la posibilidad de terminar cada micro informativo colocando un tema musical de mi preferencia, que, imaginaba, pudiese serlo también de parte de la audiencia. Fue así que varios micros después, Mario me invitó a que hiciera mi propio programa de radio a finales de aquel gran año del 2013. De allí hasta debutar en el aire, otras dos personas acabaron ayudando en mi formación de locutor y editor de radio; Matías López y Roberto “Pato” Molina. Fue el primero quien me enseñó el 80% de la parte técnica para asumir los controles y el “Pato” quien sabe con una cuota de solidaridad y buenas ondas para que mi salida al aire fuera exitosa.

En resumen,  hace ya seis años y medio que estoy con mi programa “La luz de la Manzana” que en la actualidad sale al aire grabado, los sábados de 20:00 a 22:00 hs. Mi idea es retomar “presencialmente” el mismo en el comienzo de esta primavera, porque pensé que si me cuidaba (y cuando una habla de cuidarse, indefectiblemente también habla de “cuidar al otro”) por cuenta de la pandemia del Covid 19 no costaba también cuidarme del rigor del invierno ya que tengo que asumirme como quien es de la misma generación de nuestro presidente. El programa “La luz de la Manzana” tiene como premisa  la “música, la cultura y algo +”… la idea fue la de endosar a una buena play – list musical (donde priorizo al rock en todas sus variantes y algunas “pinceladas” de canta autores, música popular brasileña y jazz), algunas lecturas de poemas, textos breves y traducciones de letras de algunos compositores. Después de más de 300 programas creo que gran parte de las metas que me proponía desde ese comienzo en marzo de 2014 las he cumplido. La participación del público pidiendo temas, comentando o participando de una forma u otra también fue importante como lo son  para todos los programas de radio en general, así que no puedo dejar de estar feliz y agradecido de esta realidad que disfruto: hacer radio. Habría varias palabras para definir lo que es este hacer radio,  pero me quedo con tres: comunicación, adrenalina y pasión.