De la comunicación como Derecho Humano a la mercantilización de la noticia

COLUMNA

SANTA ROSA 08/06/2020 Diario Tres Diario Tres
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Por Franco Sarachinifrancos sarachin

 Así como la sociedad toda ha sido atravesada a lo largo de la Historia por cada uno de los cambios que se fueron generando, el periodismo ha sido alcanzado también por las ideologías y los diversos sistemas en pugna que se disputaron la preglobalización. Cuesta pensar al mundo sin las tecnologías modernas del hoy y las formas actuales de ejercer el periodismo, pero la realidad es que los inicios se remontan inclusive más atrás de los romanos, aunque allí se haya colocado un hito de inflexión como punto de partida.   

Los primeros indicios dan cuenta de actas públicas colocadas en tablones de madera que se distribuían por los lugares más transitados de la antigua Roma, utilizadas para comunicar diversos hechos de relevancia para la ciudad, una suerte de boletines oficiales similares a los que se siguen utilizando en los pueblos del interior para informar remates, asambleas o hechos de este tipo. Se dice que en esa época también nacen los primeros periodistas, que se dedicaban a crear noticias (aunque obviamente el género no era definido como tal) o realizar escritos sensacionalistas que luego vendían. En la Edad Media ya empezaron a informarse otras cuestiones de relevancia, como las salidas o llegadas de diferentes barcos, lo que da cuenta de un servicio para la comunidad. 

Pero a decir verdad, el salto más importante que le abre la puerta a la profesión es el nacimiento de la imprenta en el Siglo XV, que significó pasar de las hojas sueltas generalmente sin firma a las publicaciones un tanto más elaboradas, bajo un formato más estandarizado. Dicho elemento sería indispensable en los años venideros para la colonización a cruz y espada, siendo la Iglesia Católica una de las principales beneficiadas al llevar “la Palabra de Dios” por el mundo a través de la Biblia, el libro más impreso de la Historia de la Humanidad.   

Sólo por poner un ejemplo de lo antedicho, es justamente La Compañía de Jesús la que introduce al Virreinato del Río de la Plata la imprenta, revolucionando la manera de comunicar en nuestro territorio. Algunos años más tarde, Mariano Moreno, uno de los pensadores y revolucionarios más extraordinarios que ha dado esta tierra, utilizará esa herramienta para fundar La Gazeta de Buenos Ayres. El manejo comunicacional como estrategia era clave en un momento donde los promotores de un Gobierno Patrio tenían más desventajas que los entonces detentores del poder. Es por la primera publicación de ese periódico que cada 7 de junio se celebra en nuestro país el Día del Periodista.

Desde allí y hasta nuestros días los medios de comunicación reflejaron la grieta existente en cuanto a las posturas ideológicas. En algunos momentos con mayor preponderancia, como por ejemplo en la época de los unitarios y los federales, donde Juan Manuel de Rosas tenía casi en control absoluto de la información que circulaba, dejando limitada considerablemente lo que después conoceríamos como libertad de expresión. 

La prensa escrita llevó el estandarte durante décadas. Y es tanta la relevancia que tiene en la profesión que llegó un momento en que ya no solo los grandes centros urbanos tenían sus emblemáticos diarios, sino que comenzaron a proliferar en el interior otros periódicos más abocados a lo local, sin dejar de mirar por supuesto a Buenos Aires…pues centralismo en este país, siempre.  

Con los años llegaron la radio y algunas décadas después, la televisión. En medio, las luchas por los sistemas y modelos que se querían imponer fueron inacabables (y perduran hasta hoy), motivo por el cual las líneas editoriales empezaron a jugar un rol central en la influencia que tenían ante la sociedad los medios de comunicación. Las corrientes se diversificaron. Hubo publicaciones que respondían a la derecha conservadora. Otras, a la izquierda revolucionaria. Algunas más criteriosas y otras más fanatizadas. Unas liberales y otras desarrollistas. Lo cierto fue que durante el Siglo XX los líderes tomaron nota de esa influencia e hicieron utilización de la misma. 

El mundo estaba cambiando. La tecnología incorporaba más competidores en el campo de juego. Las audiencias comenzaron a fragmentarse porque los intereses iban variando. Y el periodismo siempre atento a ello, empezó a crear medios para cada segmento. Así aparecieron diarios y programas de radio y televisión netamente informativos, otros sólo de entretenimiento, otros apuntando a la cultura, una gran mayoría a la política y la economía, y algunos puntuales a otros tipos de atracciones. 

Fue en este siglo también que el acceso a la información se hizo una necesidad tan imperiosa que pasó a considerarse Derecho Humano.  Si bien en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclamada luego de la Revolución Francesa de 1789, se incluían artículos relacionados con la libertad de expresión que manifiestan que "ningún hombre debe ser molestado por sus opiniones, aún religiosas, con tal de que su manifestación no perturbe el orden público establecido por la ley", no fue hasta 1948 que la Declaración Universal de Derechos Humanos consagró que "toda persona tiene derecho a la libertad de expresión y de opinión, este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir información y opiniones y el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión". Se conciben así no solo el derecho a informar…sino también el derecho a ser informado. 

Si embargo, el capitalismo tenía sus propios planes. En Estados Unidos comenzaban a surgir los medios de comunicación con mirada empresarial, persiguiendo una lógica comercial y provocando con los años una mercantilización de la información. Y no es que antes de ello el mundo del periodismo haya vivido del aire. Pero sí la mirada pasa a focalizarse desde entonces en la pauta publicitaria, respondiendo una gran mayoría a intereses económicos. Como es sabido, al poder económico siempre lo detentan los poderosos del mundo; así es que es fácil darse cuenta a quiénes responden un amplio espectro de los medios de comunicación a partir de allí. 

De esta manera, medios que operaban de manera independiente, comienzan a ser manejados por empresarios que unifican líneas editoriales, implementando la famosa bajada de línea de forma mucho más masiva que antes. El mundo seguía cambiando y el nacimiento de los holdings hizo estragos en distintas partes del mundo. Acá, en la Argentina, fue posible observarlo con mayor claridad en la época del menemismo, donde pocas manos concentraron muchos medios informativos. Se da lugar a los grupos mediáticos como Clarín, Hicks, Admira, América Multimedios, Grupo Uno, Grupo Hadad, entre muchos más. 

Queda claro entonces que el traspaso de la comunicación como Derecho Humano había mutado a la mercantilización de la noticia, y lo fue mucho más con las incorporaciones tecnológicas que vinieron luego. Ahora los medios ya no sólo eran gráficos, o radiales, o televisivos. Ahora tenían sus versiones online, y eran multimedios que mezclaban lo escrito con lo audiovisual, en una carrera por la inmediatez y el impacto para seguir captando la atención de las audiencias. 

Las computadoras y la Internet volvieron a establecer nuevas lógicas y ante tantos cambios, el periodismo busca incansablemente su nuevo rol en la sociedad. Se atraviesan tiempos de muchas preguntas y pocas respuestas. Y es por eso que la resignificación de una profesión con tanta historia como la Historia misma es uno de los grandes interrogantes actuales. ¿Qué es ser periodista? ¿Qué significa ejercer el periodismo? ¿Cómo sobrevivir en esta profesión sin ponerle un valor económico a lo que pienso? Todo eso y mucho más es lo que tendrá que descubrir el periodismo en lo que resta de tiempo.

 

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