Grandes bandas: Manal (1968/71)

GRAN ANGULAR

SANTA ROSA 19/02/2020 Diario Tres Diario Tres
12-13

por Valdír Peyceré

Se cumplen 50 años del lanzamiento del primer álbum del grupo Manal, denominado por su nombre y conocido también como “la bomba”. Sus autores; Alejandro Medina (bajo), Claudio Gabis (guitarra) y Javier Martínez (voz y batería) fueron los pioneros junto a  Los Gatos, Almendra y Moris, de innovar cantando el rock en castellano pero también de darle al rock el plus de la poética urbana y la mirada existencialista y anti – sistema del fin de los 60 y comienzos de los 70 en la Argentina y en el mundo. Temas como “Avellaneda Blues”,  “Avenida Rivadavia”, “Jugo de tomate frío”, “Todo el día me pregunto” son buenos ejemplos de esas temáticas y también de lo ecológicamente correcto y el vínculo con la Naturaleza de “Una casa con diez pinos”. Manal fue completo; muy porteño, muy argentino hasta en la forma de cantar los temas de una forma desfachatadamente rea, con la voz cavernosa de Javier Martínez, un batera de ley pero que se las traía. Un buen ejemplo de los comienzos de este músico aparece en la sección cultural de Página 12 y firmada por Gabriel Cócaro:  (…) La historia de ese álbum que marcó el inicio del blues en español puede empezar a contarse unos cuantos años antes. Más precisamente, el 24 de agosto de 1954, cuando llegó a los cines porteños The Glenn Miller Story. La película (rebautizada en estas tierras como Música y lágrimas) narraba la vida del malogrado autor de “Moonlight Serenade” e incluía participaciones de varios de sus colegas, incluido el baterista Eugene Krupa. El electrizante solo del batero fue contemplado con asombro, desde una butaca del Teatro Ópera, por un niño de 8 años llamado Javier Martínez. Apenas terminada la función, el pequeño le dijo a su padre que quería tocar la batería. 

Así comienza la historia personal de Martínez. O la historia como músico, que es casi lo mismo, del baterista y futuro cantante de esta banda fundacional para el rock argentino.  La historia de Manal – Manal no tiene precisión sobre su fecha de edición pera se la sitúa a comienzos de 1970 (enero o febrero). Los comienzos del embrión de Manal no podían eludir a los encuentros en La Cueva (Av. Pueyrredón 1723), allí Martínez conocería a Mauricio “Moris” Birabent y a Los Beatniks en el verano de 1965/66. A fines de 1967 el Instituto Di Tella va a promocionar el espectáculo Beat Beat Beatles, allí nuestro músico va a conocer al futuro guitarrista del futuro Manal; Claudio Gabis. No demoró mucho en que los dos se conocieran y aceptasen armar una banda que expresase al rock en castellano. Una banda de blues! Una propuesta totalmente inusual a fines de los 60 en Argentina. Manal va a tirar por tierra con el prejuicio que era el cantar rock (y menos blues) en castellano.  Un poco después la dupla Martínez – Gabis conocerá al futuro bajista que también tiene su pequeña “historia personal” en relación al  porque se interesó en tocar aquel instrumento:  Mi primer instrumento fue la trompeta porque amaba el jazz, pero luego de escuchar 'Fever' por Elvis Presley y 'Popotitos' de Los Teen Tops me incliné por el  bajo”, revela. El músico había formado parte de The Seasons (banda con temas propios aunque cantados en inglés) cuya discografía incluía varios simples y un elepé: Liverpool at B.A..

En septiembre de 1968, los músicos fueron invitados a una fiesta en la casa de Susana Lugones Aguirre. La apodada “Pirí” era la mano derecha de Jorge Álvarez, editor literario cuyo catálogo ostentaba títulos como Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, y La traición de Rita Hayworth, de Manuel Puig. En la reunión, Gabis le mostró a Martínez una secuencia de acordes y anotaciones realizadas durante un paseo nocturno por el partido de Avellaneda, en el sur del Gran Buenos Aires. “Mencionaba algunos conceptos -vía muerta, tren de carga- que funcionaron como disparadores de la maravillosa poesía que escribió Javier, en ese departamento, en menos de una hora”, asegura el guitarrista vía telefónica desde Madrid. Ambos le interpretaron la novel creación a Álvarez quien quedó hechizado por la poética discepoliana y la voz aguardentosa del baterista. A los pocos días, su deslumbramiento se acrecentó al presenciar un ensayo del trio.

Corría 1968, septiembre y “Manal” aun no se llamaba “Manal” todo nace según se cuenta de un comentario proferido por Javier Martínez al dicho muy común por ese tiempo -  “y; cómo viene la mano?”… a lo que nuestro baterista habría respondido; - “Manal”!

 Ya con su nombre y con la incorporación de Roberto “Pappo” Napolitano como segunda guitarra, Manal se lanza a los palcos en una serie de shows en ese intenso 1969 anterior a nuestro disco: el nombrado Instituto Di Tella, el Teatro Coliseo, el aula magna de la Facultad de Ciencias Exactas y una memorable presentación en el PINAP de la música beat y pop 69. Allí fue su consagración. Estaba todo listo para el salto de su primer  álbum (en realidad Manal solo va a tener un segundo LP editad llamado El León, no tan popular como este). Vamos a otra referencia al disco de la nota de Página que me parece bueno compartir con los lectores de Gran Angular:  El lado 2 comenzaba con el magnum opus del combo: “Avellaneda blues”. La pieza describía, con precisión fotográfica, esa porción del Buenos Aires industrial y proletario. “Me gusta mucho el paisaje urbano y quise retratarlo a través de la poesía”, dice Martínez. La letra, conectada con “Niebla del Riachuelo” de Enrique Cadícamo, revelaba otros gustos del baterista: el tango y la obra literaria de Roberto Arlt. El tema fue el único firmado por la dupla Martínez - Gabis. “Teníamos un excesivo amor propio que impidió colaborar más entre nosotros”, se lamenta Claudio. “Casa con diez pinos” aludía a una quinta de la localidad bonaerense de Monte Grande adonde Martínez solía concurrir y abría con un solo de batería que daba paso a una atmósfera cargada de soul.

Además de las mencionadas, la “bomba”  de Manal va a tener a “Jugo de Tomate” , “Porque hoy nací”, “Av. Rivadavia”, “Todo el día me pregunto” e “Informe de un día” en su repertorio. Un repertorio exitoso que hasta hoy lo podemos escuchar en reinterpretaciones y versiones. Un repertorio musical audaz y competente. Temas imposibles de olvidar o pasar por alto cuando de la historia del rock nacional se trata y principalmente del buen blues en castellano!

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