Si llega a ser Tucumano no todo le huele a colonia

SANTA ROSA06/10/2025Diario TresDiario Tres
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Para este Tucumano que estudió en Chuquisaca, que tuvo por compañeros a Juan José Castelli y un tal Mariano Moreno, no todo tenía olor agradable.  Con apenas 20 años escribió a principios del siglo XIX “Diálogo entre Atahualpa y Fernando VII en los campos de Eliseo”, una obra que pone el eje en la libertad y la autoderminación de los pueblos en la Colonia española. 

Este texto fue predecesor de otras obras de teatro y novelas, tales como “Eva y Victoria” de Mónica Ottino, o “Borges & Perón” de Enrique Estrásulas, o “Padres nuestros que están en los cielos -Borges Perón” de Rodolfo Braceli.

Se trate de la antítesis que existe entre la libertad y la dependencia, o entre el pensamiento nacional y el oligárquico, convengamos que estas ideas son decididamente irreconciliables y conviene recordar a Braceli sobre su ficción: “Estas páginas …, ¿son un delirium patrio? Posiblemente, pero no nos espantemos: aun así, transitando el más desatado delirio, corremos el riesgo de amasar una ficción más suave que la alucinante y descabellada realidad nuestra de cada día”. 

Pasaron doscientos diez y seis años del ensayo y en estos días en que el tema sigue siendo patria o colonia, que se entreguen empresas estratégicas, que se resigne soberanía, que se condene al pueblo al hambre, la miseria y la enfermedad, todo parece una locura. Continuando con Braceli: “… el delirio es una de las pocas formas que tenemos para interpretar y traducir esta realidad en la que todo parece mentira, pero todo es obscenamente cierto.”

Existen muchos ejemplos de intelectuales que fueron hombres y mujeres de acción. El tucumano Bernardo Monteagudo fue uno de ellos, pero su singularidad los supera por la celeridad y urgencia que le imprimió (en solo 15 años) a escribir y luchar por la independencia americana. El texto donde hace discurrir al monarca y al Inca, le valió la cárcel y luego generó su fuga; luego fue director de La Gaceta de Buenos Aires, integró la Sociedad Patriótica, promovió en la Asamblea del año XIII leyes como la de libertad de vientres, la derogación de la servidumbre indígena y la de abolición de los títulos de nobleza. Después de un exilio en Europa se sumó al proyecto de San Martín y se convirtió así en Auditor del Ejército de los Andes. En Chile fue uno de los redactores del Acta de la Independencia de ese país; en Perú ocupó los cargos de ministro de Guerra y ministro de Relaciones Exteriores. Amigo de Bolívar, fue diplomático de La Gran Colombia y de las Provincias Unidas de Centro de América y el 25 de enero de 1825 fue asesinado en Lima. La mentira insinúa como causa del hecho “una cuestión de polleras”

La historia oficial no fue justa con Monteagudo, lo ocultaron hasta por su condición de afrodescendiente y llegaron a blanquearle la apariencia con un apócrifo retrato de un hombre blanco. 

A propósito del diálogo entre el rey cuando éste se quejaba de la invasión de España por parte de Napoleón, Atahualpa le respondía: “¿No es cierto, di, Ferdinando, …Ved ahí, Fernando, la viva imagen de la conducta de tus españoles; ved, digo, si con fundamento los noto de injustos, crueles y usurpadores, cuando del mismo modo que el francés en España, se han entronizado ellos en América contra la voluntad de los pueblos; … Convenceos de que los españoles han sido unos sacrílegos atentadores de los sagrados e inviolables derechos de la vida, de la libertad del hombre. Confesad, en fin, que el trono vuestro en orden a las Américas, estaba cimentado sobre la injusticia y era el propio asiento de la iniquidad.”  Y casi para finalizar Atahualpa conjetura y aconseja: “Habitantes del Perú: si desnaturalizados e insensibles habéis mirado hasta el día, con semblante tranquilo y sereno, la desolación e infortunios de vuestra desgraciada patria, recordad ya del penoso letargo en que habéis estado sumergidos, desaparezca la penosa y funesta noche de la usurpación y amanezca el claro y luminoso día de la libertad”

Sé que los autores y cómplices de los planes de la entrega, no serán recordados por sus textos y que sus acciones no merecen ni siquiera ser contrapuestas a las verdaderas personas de bien. Para ellos tanto la historia como la ley les reserva solo la condición de Traidores a la Patria.

Nota: me excuso del hurto del título de la zamba “Si llega a ser tucumana”. Siguiendo ese estilo digo: Si es negro como carbón encendido, ese mozo es patriota y tucumano.