Martín, Borges y un hombre con un talento enorme y su nariz

SANTA ROSA07/05/2025Diario TresDiario Tres
VARIOS

nestor

El enunciado remite para los conocedores de las letras de tango a Cambalache, al estilo de: “Cualquiera es un ladrón, mezclao con Toscanini va Sacarface y Napoleón, Don Bosco y La Mignon, Carnera y San Martín”. Pero, no me propongo hablar de tango (o tal vez sí). En realidad, lo que intento es descubrir la utilidad o inutilidad de las frases célebres, también llamadas proverbios o refranes. 

Los que están a su favor, sostienen que ayudan a reflexionar sobre la vida, estimular el pensamiento crítico, cuestionar la realidad para tomar decisiones y en ocasiones ser una fuente de inspiración.
En este último caso muchas frases del tango han servido como títulos de libros, cito como ejemplos: “Una sombra ya pronto serás”, “No habrá mas penas ni olvidos” ambos de Osvaldo Soriano; “Malena es un nombre de tango” de Almudena Grandes; “Sur y después” o “Gris de ausencia” de Roberto Cossa. 

En cambio, los que sospechan de ellas, “las frases célebres”, porque no se adaptan a la situación, pueden ser inútiles o incluso ofensivas. La propia Biblia dice que “un proverbio en la boca de un necio es tan inútil como una pierna paralizada”.

Los jarritos, los cuadros, los papelitos pegados en las heladeras y vidrios de las oficinas, las contienen. Yo tengo una frente a mí cada vez que desayuno, almuerzo o ceno que dice “la vida está llena de cosas bonitas, por ejemplo, tú” y yo que no soy bonito ni tampoco una cosa, la tolero “sin decir ni mu”, sin sentirme una vaca. 

Volviendo al tema, planteo conjugar o interpelar la actualidad con tres frases célebres y una yapa:
si los medios escritos, orales, visuales, las redes sociales y los funcionarios se expresan de manera 
vulgar, ordinaria, obscena, y procaz, sugiero repasar lo siguiente: “Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos” dice Jorge Luis Borges.

Si los jubilados son apaleados todos los miércoles por reclamar ingresos dignos, si las fuerzas armadas impedidas por ley de intervenir en cuestiones de seguridad interna e igual lo hacen,  si sobran los fondos para las agencias de espionaje, si la plana mayor del gobierno está involucrada o al menos señalada como cómplice de estafas virtuales, o su principal responsable es nombrado como “Granadero honorífico” a quien este llamó al libertador como Juan José de San Martín, conviene repasar la siguiente: “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene”. Punto. se llamaba José Francisco de San Martín. 

Si nos seguimos endeudando y desconocemos el destino de nuestras riquezas, entre ellas el oro, me parece apropiado recordar a Descepolín: “Fui a dormir a un hotel, no prendí la luz para no ver la mugre, dormí con un ojo abierto. A la mañana cuando me levanté me habían afanado la esperanza”.  
Cierro con la yapa del Himno que me gusta: “Ved en trono a la noble igualdad y a sus pies rendido un león.”